El Sí mismo
Trasciende las Vestiduras
...Jesús forma parte de la estirpe de
los liberados vivientes, es decir, esos seres altamente evolucionados que se
han ocupado de transmitir las más elevadas enseñanzas para completar la
evolución de la consciencia y lograr la identificación del yo real con el
poder supremo. Esa unión, cuando es lograda mediante el desarrollo completo
y la más plena evolución de la consciencia, actualiza en la persona todos sus
potenciales de sabiduría (divinos, crísticos, búdicos, en suma, de iluminación)
y la conecta con la mente única o el "Padre" (o "Madre", ya que esa mente única
está más allá de toda dualidad y es el "tao" de los taoístas, el "brahman" de
los hindúes o el "mahapurusha" del Shamkhya, por citar sólo algunas tradiciones
místicas). Quien obtiene esa identificación de su yo con el Yo
y trasciende toda multiplicidad para fundirse
con la unidad, es un liberado viviente, que está en el mundo sin
estar en él, que es de todos pero de nadie en concreto, que coopera con su llama
de sabiduría para encender las lámparas de aquellos que buscan y han emprendido
la larga marcha de la autorrealización. El liberado viviente está en un nivel
infinitamente más alto de entendimiento que el de las personas
comunes...
...El sí mismo está oculto tras
las vestiduras que son el cuerpo, la mente y las
emociones. La identificación con ellas impide la percepción del sí
mismo y entonces el ser humano alimenta una falsa idea de separatividad y
detiene su progreso hacia el despertar a la realidad. En el error el hombre
toma la fantasía por lo real, las vestiduras por la esencia, la máscara de la
personalidad por el Ser. Pero ejerciendo el autocontrol, la adecuada atención,
el puro discernimiento, la visión clara y la meditación puede traspasar sus
vestiduras y descubrir el sol interior a través de la visión
intuitiva.
Busca mas allá de la mente. busca al otro lado de la vacilante llama del intelecto
que crea mas sombras que luz. Siéntate como aparte, no abandones tu
centro. La rueda gira pero su eje conserva el preciso equilibrio. El
maestro está dentro de ti. Lo disfrazas con ignorancia, pero el sigue siendo el
mismo, el supremo instructor. Míralo. Mira los reflejos como parte de él pero
no te dejes engañar por la diversidad que solo existe en nuestras mentes poco
claras. Siéntete ser mas allá de la acción, mas allá del actor, mas allá del
goce o del dolor, de lo amargo o de lo dulce. los fenómenos son como las olas
que van y vienen pero tú eres como la playa que permanece. Y observa. El aire
trae las nubes y el aire se las lleva. Pero el cielo límpido es el presente
eterno.
Como dice Sankara:
"Así como el éter envasado en la vasija
no es afectado por el olor del vino, del mismo modo, el Yo, encerrado por sus
vestiduras, no se mancha por cualquier cualidad de ellas". Y si bien el YO no
es el cuerpo- mente y emociones; cuerpo-mente y emociones si son el
YO.
El ego es el disfraz, el caleidoscopio
que falsifica la percepción, el gran ladrón del gozo interior. Por eso, si el pensamiento se proyecta
hacia afuera, surge el EGO y todas sus proyecciones. Cuando la mente se aplica
hacia el ser, residimos en la Unidad.
El ego es como una fuerza implacable
que te impele hacia el exterior y ansía estímulos de todo tipo para engordar y
te llena de ataduras.
Toda la naturaleza permanece en
meditación: los campos, la playa, los seres vivientes, el universo todo; pero el
hombre no.
LA MEDITACIÓN ES EL PUENTE HACIA LA
DICHA SUPREMA. VACIARSE DEL TODO PARA LLENARSE DEL SER.
Al meditar vas mas allá de este
"esqueleto en un charco de sangre" que es el cuerpo, mas allá de esa jaula que
es la mente, mas allá del fantasma sediento de las emociones.
Al meditar: ERES.
Ramiro Calle
Extractos de los libros:
"La Doctrina oculta de Jesús" y "El
arte de meditar"
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