martes, 22 de mayo de 2012

Necesidad de Silencio...



Necesidad de Silencio...
Uno de los aspectos importantes para poder dialogar con Dios es el silencio. El silencio es un reto en nuestra realidad o realidades ruidosas. Pero...¿Qué significa realmente el silencio?
El silencio significa:
La capacidad de pensar sin cabeza,
La capacidad de volar sin alas,
La capacidad de caminar sin pies,
La capacidad de observar sin perturbar,
La capacidad de escuchar sin interrumpir,
La capacidad de palpar sin crear incomodidad,
La capacidad de disfrutar la flor sin robarle su aroma; significa la capacidad de entrar en ti y ver tu realidad. Significa, ¡La capacidad de amar!
La verdad solo se puede conocer en el más grande silencio. No solo el silencio de afuera es necesario, tambien el silencio interior es necesario, o mejor dicho, es el más importante.
Si al cerrar tus ojos tu mente está en silencio la puerta está abierta para conocer la realidad que te anima a vivir. Esa única realidad que llena tu alma de luz y claridad: Dios.
Sin el silencio tu alma no tiene claridad, no tiene luz, ni paz, ni unidad interior.
El silencio es la atmósfera que el amor necesita para que tu alma brille. El silencio en un lado y el amor en el otro le dan alas a tu corazón. Esa belleza y esa armonía han sido perdidas debido al egoísmo del ser humano y a las heridas que no ha sabido cómo o no ha querido sanar. Esto es lo que significa la falta de silencio.
Todas las preguntas están listas para ser respondidas, sin importar que profundas sean. Simplemente entra en la paz del silencio, calma ese mar de deseos, ese mar de ilusiones, deja que la calma te invada, deja que el silencio te posea, en ese momento lo viejo desaparece y lo nuevo nace en ti.
Recuerda el silencio es el vientre donde nacen los verdaderos sabios. Si deseas adquirir sabiduría, vuelve a nacer en medio del silencio. Solo así encontrarás tu razón de ser, la razón por la cual haz nacido…Así que....
Sientate comodamente, observa a tu alrededor, no juzgues, detente en tu afán, observa de nuevo, comprende que tu vida es un tesoro, deja tus preocupaciones a un lado… no hay necesidad de llevar un equipaje pasado, ya tu corazón tiene lo que necesitas en este viaje maravilloso que es tu vida…
Deja el temor y permite que el silencio te posea, solo en esa inmensidad podrás escuchar la voz de Dios dentro de ti llamandote a vivir plenamente, llamando para darte a conocer todos los misterios del universo y no solamente esto, también esa voz quiere darte a conocer el secreto de la vida eterna. Solo en profundo silencio podrás comprender lo que significa todo esto y sobre todo el estar vivo…

Desconozco autor
Oración..
Una manera de hacer oración, aparece en la sección de Modalidades del librito Encuentro y Senda (respectivamente) del Padre Ignacio Larrañaga, se llama Lectura Rzada. Transcribo:
1. Busca una oración escrita (cualquiera o un Salmo).

2. Sosiégate interior y exteriormente e invoca al Espíritu Santo.

3. Comienza a leer muy despacio la oración.

- Al leerla trata de VIVENCIAR lo que lees, de ASUMIRLO, decirlo "con toda el alma", haciendo tuyas las fraces leídas.
- Lee muy despacio; "lo que leen mis ojos va viviendo mi corazón, son palabras que voy diciendo a mi Dios".

4.
Si te encuentras con una expresión que "te dice mucho", para ahí mismo.

- Repítela muchas veces, uniéndote mediante ella al Señor, hasta agotar la ríqueza de la frase, o hasta que su contenido inunde tu alma.

- Si no sucede esto, prosigue leyendo, muy despacio, asumiendo el significado de lo que lees.

-
Para de vez en cuando. Vuelve atrás para repetir y revivir las experiencias significativas.


5. Si en un momento dado te parece que puedes abandonar el apoyo de la lectura, deja de un lado la oración escrita y permite al Espíritu Santo manifestarse dentro de ti con expresiones espontáneas e inspiradas. Es una relación de Persona a Persona, de corazón a corazón, no de la mente.


E
l Padre termina diciendo: Esta modalidad es fácil y eficaz, ayuda de maner a particular para dar los primeros pasos, en los que a uno no le sale nada por la dispersión mental o las preocupaciones.

P. Ignacio Larrañaga (Psicólogo Clínico y un profeta de nuestros tiempo)

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