jueves, 12 de abril de 2012

Hoy les propongo visualizar nuestro fin de día de trabajo como “regreso al puerto de una nave maltratada por la tormenta, que requiere reparación, sanación”. Es bajo esa óptica que el tántra es una excelente opción, para reparar, sanar y d...isfrutar. Si concebimos la intimidad con nuestra pareja como un abrazo mágico, en el que podemos diluir toda la carga del ego y las tensiones que le pertenecen, nos reencontramos a nosotros mismos en nuestra compañera, en ese otro del que ya somos parte. En una acto de sanación común con nuestra compañera.
Es movernos del territorio de las presiones externas, a un espacio interior en el que nos liberamos de esas energías negativas. Si en lugar de decirnos “no me toques, aléjate, me duele la cabeza”, logras decir ven a mi lado, toquémonos, amémonos y regresemos a la unidad a la que pertenecemos.
Cada noche será más profunda, y cada amanecer será renacimiento. Si nos podemos ver como uno solo a pesar de nuestra individualidad social y ser uno en el viaje de la entrega, la cama deja de ser un tenso ring de boxeo.
Debería estar prohibido iniciar el día sin la manifestación del amor y concluirlo sin un abrazo profundo. Vivamos todo el día con el sabor, con el aroma y el calor de ese abrazo que transforma de la persona que esta a tu lado en lo fisico o en lo espiritual!
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