La llave de Oro "LA ORACION CIENTIFICA "
- Dr. Emmet Fox
La
llave de Oro (Dr. Emmet Fox) LA
ORACIÓN científica te hará, tarde o temprano apto para salir
tú mismo o para sacar a otros de cualquier dificultad existente sobre la faz de
la tierra. Es la llave de oro de la armonía y de la felicidad.
Para
aquellos que no están familiarizados con el poder mayor que existe, eso
parecerá una aserción aventurada, pero solo bastará que se haga una honesta
prueba para demostrar sin sombra de duda que ello es lo cierto No necesitas
creer en lo que se te diga al respecto, sencillamente pruébalo por ti mismo y
verás.
Dios
es omnipotente y el hombre ha sido hecho a su imagen y semejanza y tiene
dominio sobre todas las cosas. Esta enseñanza inspirada debe ser tomada literalmente
por su valor actual. Aquí el hombre quiere decir todos y cada uno de los
hombres y por tanto, la habilidad para disponer de este poder no es la
prerrogativa especial del místico o del santo como frecuentemente se supone, ni
aún del practicante de la
Verdad mejor entrenado. Quienquiera que seas, donde quieras
que estés. La llave de oro de la armonía se halla en tu mano ahora mismo.
La
razón de ello es que en la oración científica es Dios el que obra, no tú por lo
cual tus limitaciones y debilidades particulares no entran para nada en el
asunto. Tú eres únicamente el canal a través del cual tiene lugar la acción
divina y tu conducta para recibir los beneficios de este tratamiento realmente
no será otra que apartarte a un lado. Los principiantes obtienen con frecuencia
notables resultados a las primeras pruebas, porque todo lo que es absolutamente
esencial es mantener una mente receptiva y suficiente fe para probar el
experimento. A parte de eso, se puede tener cualquier punto de vista religioso
o no tener ninguno. En cuanto al actual método de obrar, como todas las cosas
fundamentales, es la sencillez misma.
Todo
lo que tienes que hacer es esto : Dejar de pensar en la dificultad, y en su
lugar pensar en Dios. Esta regla completa y si no haces más que esto, la
dificultad cualquiera que sea, no tardará en desaparecer.
No hay
diferencia en la clase de dificultad que sea , puede ser grande o pequeña,
puede ser concerniente a la salud, a las finanzas, un pleito judicial, una
riña, una casa incendiada o cualquiera otra cosa concebible, pero sea lo que
fuere, simplemente deja de pensar en ello, y en su lugar piensa en Dios – eso
es todo lo que tienes que hacer.
No
trates de formar una imagen mental de Dios, lo cual, por supuesto es imposible.
Obra repitiendo todo aquello que sepas acerca de Dios, Dios es Sabiduría,
Verdad, inconcebible Amor, Dios esta presente en todas partes, tiene infinito
poder, todo lo sabe, y así sucesivamente. No importa lo bien que creas que
entiendes estas cosas, repítelas si cesar. Pero debes dejar de pensar en la
dificultad cualquiera que sea. La regla en pensar en Dios y si estás pensando
en tus dificultades, es que no estas pensando en dios.
El
observar incesantemente los asuntos con sospecha, para darnos cuenta de cómo
marchan , es fatal, porque esto equivale a pensar en la dificultad, y se debe
pensar en Dios y en nada más. Tú objetivo debe ser borrar la dificultad de tu
conciencia, cuando menos por unos instantes, substituyéndola por el pensamiento
de Dios. Si quieres aplicar La Llave
de Oro a algunas persona que te incomodan o a una situación difícil, piensa.
Voy a
aplicar a Pablo o a María La
Llave de Oro o a ese peligro que me amenaza, luego procede a
desalojar de tu mente todo pensamiento que atañe a Pablo o a María o al peligro,
reemplazándolo por el pensamiento de Dios.
Si
haces esto con alguna persona, no influirás sobre su conducta en manera alguna,
excepto que le impedirás hacerte daño o molestarte y con eso sólo le harás un
bien. De allí en adelante es seguro que será una persona algo mejor, más
iluminada y espiritual, nada más que porque le has aplicado “La Llave de Oro” .
Un
pleito judicial que esté pendiente o cualquiera otra dificultad probablemente
se desvanecerá sin hacerse mas graves, impartiéndose justicia a todos los
implicados en él. Si puedes hacer esto con prontitud, repite con intervalos la
operación varias veces al día. Sin embargo, asegúrate de que cada vez que lo
haces, retiras todo pensamiento del asunto hasta la próxima ocasión, esto es
muy importante.
Hemos
dicho que La Llave
de Oro es sencilla y si lo es, pero , por supuesto, no siempre es fácil de
aplicar. Si estas muy asustado o preocupado, puede serte difícil al principio
distraer tus pensamientos de las cosas materiales, pero repitiendo constantemente
alguna expresión de Verdad absoluta que consideres importante, tal como “Solo
existe el poder de Dios, o yo soy un hijo de Dios penetrado y envuelto en la
paz perfecta de Dios, o Dios es amor o Dios me guía”, o quizás la sencilla de
todas, Dios está conmigo.
No
importa lo mecánico e inútil que al principio te parezca este tratamiento –
pronto te darás cuenta de que él empieza a tener efecto y de que tu mente se
aclara. No luches con violencia, sino con quietud e insistencia. Cada vez que
encuentres divagando tu atención, dirígela de nuevo a Dios. No pretendas
delinear por adelantado la solución que probablemente deba tener tu problema.
Eso sólo vendría a retardar la demostración. Deja la cuestión de medios y
resultado final estrictamente a Dios.
Lo que
tú quieres es liberarte de la dificultad, con eso basta. Haz tu parte, que Dios
no fallará en hacer la Suya.
“Todo aquel que invocare el nombre del Señor será salvo”. Para resolver
problemas y vencer toda clase de dificultades, muchas personas en todas partes
del mundo se han valido de La
Llave de Oro, la cual en forma de la presente versión viene a
desempeñar un nuevo servicio de utilidad. Sea La Llave de Oro el medio deque
tú puedas abrir la puerta de la salud, de la libertad y conocimiento de Dios.
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